La desocupación vuelve a bajar, pero no por las mejores razones desde la lógica del mercado
El desempleo llegó a 8,2% a noviembre, según informó el INE.Mientras la fuerza de trabajo subió 1%, los ocupados lo hicieron en 1,6% y los inactivos en 0,7%.
Por: Carolina León | Publicado: Martes 31 de diciembre de 2024 a las 04:00 hrs.
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Foto: Manuel Urzua
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A 8,2% disminuyó la tasa de desocupación nacional en el trimestre septiembre-noviembre, de acuerdo con reporte del Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE). Se trata del noveno descenso consecutivo y se ubica 0,5 punto porcentual (pp.) por debajo de lo observado hace un año.
Determinante en el resultado fue el alza de la fuerza de trabajo (1,0%), menor a la presentada por las personas ocupadas (1,6%).
Y aunque se esperaba una tasa de 8,4% para el trimestre -de acuerdo con el sondeo de Bloomberg-, la mayoría de los analistas optó por mirar los datos con cautela. Esto, pues las razones de la reducción no serían del todo positivas.
Desde Security, por ejemplo, si bien celebraron la baja, plantearon que esta “no responde a una mayor ocupación, sino más bien a que la moderación de la fuerza de trabajo está siendo mayor a la mostrada por el empleo”.
Además, el total de inactivos repuntó 0,7%, su primera alza desde comienzos de 2021, mientras que aquellos potencialmente activos lo hicieron en 10,3% en 12 meses para alcanzar a 953.513 personas.
Sobre esto, desde Coopeuch dijeron que se trató de un avance “bastante inusual para un mes de noviembre” y agregaron que este fenómeno podría estar “sugiriendo que el factor ‘desaliento’ aún está presente por el lado de la oferta laboral. Todo esto en un escenario donde la demanda por trabajo también se mantiene débil”.
Para el economista y académico de la Universidad Autónoma, Esteban Viani, el dato de desocupación de 8,2% “sigue siendo lo suficientemente alto como para estar preocupados, sobre todo si estamos en un contexto de no inversión y no se ven cambios relevantes, en este sentido, para 2025. La única forma de que se recupere el empleo es con más inversión”.
Quien también manifestó cautela fue la gerenta de estudios de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Bernardita Silva, quien afirmó que pese a la caída en la tasa de desempleo, se desaceleró de nuevo el alza de puestos de trabajo y aún no se recupera la tasa de ocupación prepandemia.
Sobre la informalidad, precisó Silva, “se ve una baja en el margen, tanto en términos anuales como trimestrales, mientras que los formales crecen. Sin embargo, llama la atención el mayor crecimiento en los asalariados informales”.
Desde el equipo de estudios de Banco Santander pusieron foco en la destrucción de empleos que se registró en el último trimestre.
Aquí mencionaron el comercio y transportes versus el trimestre previo (-9.500 y -6.500, respectivamente).
En la misma línea, el sector construcción también perdió empleos (-1.300), “que -al ser un sector intensivo en mano de obra- señaliza una actividad que se mantiene estancada”, expusieron.
Para Santander, el mercado laboral continúa con una “relativamente nula creación de empleo en los últimos meses”, pero plantearon que esperan que esto mejore durante el próximo año. “En la medida que la actividad siga ganando dinamismo, estimamos que esto irá traspasándose al mercado laboral, con una mayor demanda por trabajo”, indicaron.
Participación y ocupación
De acuerdo con el subdirector técnico del INE, Leonardo González, las tasas de participación y ocupación sostuvieron su dinámica de expansión anual a noviembre, ubicándose en 61,6% y 56,5% respectivamente, lo que implicó un aumento de 0,1 pp. y 0,4 pp.
No obstante, precisó que ninguna registró variaciones anuales estadísticamente significativas. Según sexo, dijo que el alza de la tasa de participación -que indica la proporción de la población en edad de trabajar que está en el mercado de trabajo- se reflejó solo en las mujeres, mientras que en ocupación lideraron los hombres.
Al comparar la tasa de participación con igual trimestre de años anteriores, los datos arrojaron que esta es significativamente más alta respecto al período 2020 a 2024, pero aún sigue siendo 1,2 pp. más baja frente a lo constatado en 2019, o sea, antes del Covid-19.
Los hombres presentan una brecha para recuperar la tasa de participación prepandemia de 2,4 pp., en circunstancias que en las mujeres es de 0,1 pp.
Una situación similar se observa para la tasa de ocupación, la cual en relación con 2019 sigue siendo estadísticamente inferior en 1,9 pp., equivalente a 310 mil personas ocupadas menos.
Para los hombres esta diferencia es de –3,0 pp. y para las mujeres es de -0,8 pp., correspondiente a 244 mil y 66 mil personas ocupadas menos, en cada uno de los casos, expuso González.
Un nuevo indicador a escena: asociatividad laboral
De la mano de la entrega de los últimos datos de empleo, este lunes el INE informó que dio inicio a la difusión de las estadísticas experimentales sobre participación en organizaciones de trabajadores en la ocupación principal.
“Esta nueva dimensión de análisis es parte de las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la medición de relaciones laborales, distinguiendo cinco tipos: sindicatos, asociaciones de funcionarios, asociaciones gremiales, colegios profesionales y otras asociaciones”, destallaron desde el ente estadístico.
En concreto, la tasa de asociatividad laboral, según explicó el subdirector técnico del INE, Leonardo González, refleja no solo cuántos trabajadores forman parte de estas agrupaciones, sino también el nivel de integración y representatividad dentro del mercado laboral.
“La asociatividad laboral desempeña un papel clave en fortalecer las redes laborales, ya que fomenta la colaboración y el diálogo entre los trabajadores y las instituciones, creando dinámicas más inclusivas y eficientes al interior del mercado laboral”, expuso González en la entrega de datos del INE.
Así, en el trimestre septiembre-noviembre, la Tasa de Asociatividad en la Ocupación Principal (TAOP) llegó a 14,8%.
“El análisis de los datos trimestrales muestra que la tasa de asociatividad en la ocupación principal ha sido sensible a coyunturas o shock como el estallido social de 2019 y la pandemia (2020)”, dijo González, y agregó que el nivel más alto de la tasa se alcanzó en el trimestre abril-junio de 2020 (17,5%).